Es casi inevitablemente el componente más importante de las fragancias de jazmín y gardenia, y se incluye en una multitud de otros tipos de fragancias florales en proporciones más pequeñas. Su escasa tenacidad suele compensarse mediante una mezcla adecuada con ésteres superiores de alcohol bencílico y con fijadores adecuados. En los olores industriales, la volatilidad del acetato de bencilo suele ser sólo una ventaja.
Usos: Muy utilizado en perfumería, desde los olores industriales más económicos hasta las fragancias cosméticas más apreciadas, constituyendo a menudo el ingrediente principal de un aceite perfumado.